Arrivederci, Roma.
Así cantaba melancólicamente Renato Rascel en una canción de hace algunos años.
Hoy, ya inmersos en la rutina cotidiana, saludamos la experiencia romana de la EXPO 2008, no sin un toque de nostalgia por la atmósfera que se respiró en la ciudad eterna.
El magnífico stand ―especialmente creado para "seducir" a nuestros clientes― fue visitado por numerosos amigos y colegas, que pudieron admirar las nuevas aplicaciones de Seduzioni y disfrutar de los masajes de las expertas manos de Simona y Vilailak.
En un espacio destinado al bienestar, las masajistas deleitaron con típicos masajes tailandeses a todo el que deseara un momento de relax entre un stand y otro, entre una reunión de negocios y otra.
Gracias a ellas y, una vez más, gracias los numerosos participantes.
Arrivederci, Roma.